Los primeros recuerdos que me llegan a la mente,
cuando intento hacer un viaje recóndito en mi memoria, se van hacia un pequeño
descampado. Me divertía subir y bajar aquellos escalones construidos en la
propia tierra, es lo que solía hacer mientras mi perro olisqueaba todo lo que
se encontraba, yo tenía apenas dos años, pero me acuerdo de mi padre lanzándole
las bolitas que los cipreses generan, las lanzaba tan lejos que las hubiera
perdido de vista de no ser porque tras ellas siempre corría mi perro como si
la vida le fuera en ello.
Avanzando un poco en mi corta vida, llego al
primer día de colegio. Aquella mochila pesaba tanto... ¡para qué demonios iba a
necesitar tantos libros! Nunca antes había tenido y ahora notaba como las
cuerdas se me clavaban en los hombros del peso. A punto estuve de caerme
subiendo las escaleras del autobús. Entonces mi madre me sujetó,
pero cuando llegué a la escuela si que me caí, esta vez bajando unas escaleras
¡Cuántas escaleras tiene esta maldita vida! Me eché a llorar, absolutamente desconsolada, por primera vez me sentí sola, aunque no era
cierto, porque en seguida alguien vino a ayudarme, me secó las lágrimas y me
acompañó hasta clase.
También me acuerdo a quién le di mi primer beso
y mi segundo y mi tercero. Y por supuesto, una lección que me enseñó que
"no hay mayor desprecio que no hacer aprecio".
Recuerdo como me despedí en aquel piso de
estudiantes en Finlandia, nadie sabía que me estaba despidiendo, pero en mi
fuero interno sabía que la aventura se acabaría pronto, así que pensé,
recuérdalo, graba a fuego este momento en tu mente, porque sin duda, será el
mejor suvenir que puedas llevarte, así que fijándome en cada rincón y
diciéndome a mi misma que posiblemente se acababa la mejor etapa en la vida, lo
guarde, en principio para, siempre.
¿Porqué en principio? bueno, nunca se sabe ¿y si
algo o alguien me roba mis recuerdos? no hay un seguro para ello, no hay moneda
que pueda pagar ni tan siquiera por uno de ellos, valen tantísimo que por ello
no encuentro nada más horrible que el que un día no sepas ni quién eres.
Cada minuto se diagnostica en el mundo un nuevo
caso de Alzheimer, una enfermedad que te despoja de tu capacidad intelectual.
No hay cura, se desconocen las causas y el origen. Tras décadas de
investigación sin éxito, ahora la ciencia focaliza sus esfuerzos en intentar
prevenirla. La Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que en España hay
más de 600.000 personas afectadas. La Federación Internacional de Asociaciones
de Alzheimer señala que en 2050 habría 135 millones de personas con demencias
en todo el mundo, una cifra que alcanza proporciones de epidemia.
¿Será este el precio que pagamos por vivir más
años? No tengo tanta plata, de hecho lo "más grande" que tengo está
en mi cabeza, si un día desaparece, simplemente ya no seré, sólo estaré.
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