jueves, 3 de diciembre de 2015

Un plan

El tiempo se me ha escapado de las manos a una velocidad que ni tan siquiera he podido percatarme de ello, la gente suele comentarlo:"ayer estábamos en la playa y hoy bien abrigados", sí y encima ahora Facebook también te recuerda el paso del tiempo: "Hace 3 años que "fulanito" y tú, sois amigos", "Hace 5 años que te hiciste esta foto", hace tanto tiempo de "todo" Facebook que ni te imaginas. 

A menudo, el tema tiempo, es un concepto que lleva a muchos a reflexionar: ¿Estaré malgastándolo con las personas adecuadas, en el trabajo pretendido, con el entorno apropiado? No, sí, no lo sé, quizás, no tengo tiempo para pensar en ello...Y cinco años más se te escapan del bolsillo como quien pierde una moneda de un céntimo, sin darle la menor importancia.

Pero ahí vuelve Facebook a la carga, y de nuevo te plantas un día, entre cambios de armario e emails sin respuesta y piensas ¿de verdad es esto lo que quiero para los próximos 5 años?

Hace otros tantos de años, en una de esas charlas universitarias, uno de los ponentes dijo dos cosas: la primera de ellas era que había que reducir de nuestra dieta el arroz, el azúcar y la patata, por lo visto engorda y la otra que debíamos tener un plan.

Un plan, tienes que poder proyectarte en un futuro no muy lejano e imaginar donde quieres estar, esta es la única forma de que alcances aquello que quieres. Parece sencillo, pero no lo es. En algún momento si lo fue, puesto que durante un tiempo yo tuve un plan y lo cumplí. Pero desde hace 5 años no tengo ninguno. Y eso me perturba casi tanto como que Facebook saque mi pasado a relucir. ¿Alguna vez te has quedado obnubilado mirando al vacío hasta que alguien te ha sacudido y te ha dicho: ¡Despierta! bien pues, si dura unos segundos no pasa nada pero si dura años está muy mal.

Sé que los planes no siempre se cumplen, las cosas más increíbles vienen así de repente. La vida te juega malas pasadas o te da gratas sorpresas, pero aun así, hay que tener ese "plan" y también un plan B, por lo que pueda pasar.

Sin embargo, todo dependerá de la constancia con la que te enfrentes a aquello que quieres, la mayoría llega a donde quiere, no porque valga más que el resto, sino más bien porque no tira la toalla jamás.

Se acerca un nuevo año y no puedo permitirme el lujo de dejar pasar ni uno más.