viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Felicidad! ¿dónde resides?

La felicidad. Palabra complicada de definir y para muchos difícil de experimentar. ¿Qué es la felicidad? y ¿para qué sirve? ¿Cómo se la explicarías a un niño? ¿La felicidad se come? ¿Se vive? ¿Se sufre? ¿Se toca? ¿Se sueña? ¿Se defeca? bueno, no me malinterpretéis, acaso ¿no habéis llegado a casa alguna vez deseando abrir la puerta del baño para sentaros y poder disfrutar del increíble placer que supone ese momento? Sobre todo después de un largo día de trabajo.

Qué me decís de una cerveza fresquita, en una amplia terraza, mientras el sol cae y la brisa eriza el bello de la nuca ¿eso no es felicidad?

Hace unas dos semanas, vi un reportaje en Canal 9, sí en serio en Canal 9, sobre la protagonista de este artículo. No he podido encontrarlo para poner el enlace pero basaba sobre su significado y cómo vivían los entrevistados su felicidad. La sangre se me heló cuando uno de ellos dijo que es mucho más fácil ser infeliz en esta sociedad que lo contrario. Añadió que si una persona es consciente de la cantidad de tragedias, muerte, destrucción, que suceden en el mundo a cada segundo de la vida, es imposible ser feliz. 

Por este motivo existe una auto protección egoísta que las personas necesitamos para evadirnos de la cruda realidad. Es decir, sabemos lo que ocurre fuera de nuestro mundo pero no somos conscientes, porque si lo fuéramos no podríamos vivir como lo hacemos. 

Supongo que todos nos hemos preguntado alguna vez, por qué un niño del tercer mundo es feliz con un palo y una piedra mientras nosotros teniéndolo todo a veces no lo conseguimos. ¿Se deberá a la comida? hay estudios que dicen que beber leche de un animal como la vaca, perjudica a nuestro organismo, así como comer alimentos calentados por el microondas, la fruta ha de comerse media hora antes de la comida etc.


Tendrá que ver con el pensamiento negativo, ¿cómo se elimina? creo que hay personas que genéticamente son más aptas para experimentar la felicidad y otras que simplemente no.

Lo cierto es que no es necesario ser feliz para vivir. Marilyn Monroe escribió en su diario "No soy feliz, pero puedo ser muy alegre"

Hay gente como la actriz Leonor Watling que en dicho reportaje afirmó que ella encontraba la felicidad precisamente cuando estaba melancólica y algo entristecida. A otros les hace felices conseguir aquello por lo que han luchado duramente. Imagino que para cada persona existe un tipo de felicidad.
Un dicho muy popular dice que "el dinero no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla".


Haciendo buen uso de los consejos que se nombraban en el reportaje, voy a dejaros una frase que leí en un sobre de azúcar de una cafetería.

"No he fracasado, 
he encontrado 18.000 soluciones que no funcionan"


Saludos, de parte de una chica muy muy alegre.