miércoles, 5 de octubre de 2011

Manual de la perfecta cabrona

Vamos a suponer que si un juez ha sentenciado que "zorra" no es un insulto tampoco cabrona lo es.
Es más, ser una cabrona en esta vida tan "perra" (* fíjese en el vocabulario sexista) es toda una ventaja.

Porque no nos engañemos, no hay que ser una mala persona pero tampoco debemos ir por la vida poniendo siempre la otra mejilla.



En este pequeño libro de bolsillo, Elizabeth Hilts, la autora del mismo, da consejos para conseguir que te sientas segura de ti misma y no te dejes pisotear. De una forma amena y divertida, describe situaciones en las que podemos encontrarnos cualquiera de nosotras todos los días. Sin ir más lejos, yo misma me encontré en una de estas situaciones en las que por la educación inculcada durante toda mi vida, no pude hacer otra cosa que callarme y tragar la mala educación de otra persona que además se supone que trabaja de cara al público y debe ser todo amabilidad. La autora se refiere a esta actitud como "el encanto tóxico". Es decir, permanecer siempre dulce, callada y correcta por fuera pero quemándote por dentro. Algo que por supuesto no puede beneficiarnos en absoluto, sino más bien todo lo contrario.

Saliendo un poco del hilo de este tema ¡hay que ver lo que consiguen los americanos! Esta mujer, aparte de escribir varios libros como éste, se dedica a dar charlas y seminarios para que las mujeres consigan sacar la cabrona que todas llevamos dentro. Me encanta su trabajo, lástima que en España tengamos otra mentalidad, porque desde luego, allí desempeñan siempre los trabajos más variopintos.

Deberíamos empezar a poner en práctica lo que el libro dice:
¿Podrías aceptar más trabajo sin que te aumentemos el sueldo o te ascendamos?
¿Podrías trabajar gratis?
¿Podrías dejarme pasar a mi primero que tengo prisa?
¿Podrías esperar a que atienda a estas personas que son más importantes que tú?
¿Podrías permanecer callada siempre y decir a todo que sí?

¡PUES YO CREO QUE NO!

Dejar de ser unas pringadas y lograr nuestros objetivos dependerá de que dejemos que emerja nuestra cabrona interior y superemos nuestros miedos.




Y para finalizar, una frase del libro que me encanta.


"El lugar de la mujer está en la casa, el senado y el despacho presidencial"


¡Hasta pronto!

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