Este no es otro artículo sobre Cristina Pedroche
y sus famosas "bragas negras" en las uvas de 2014. O quizás sí.
Me llama poderosamente la atención como un simple
trozo de tela puede causar tanto revuelo, acaso no estamos acostumbrados a
escenas mucho más fuertes; haciendo un repaso rápido me salen varios ejemplos.
Hemos visto a gente en pelota picada "buscando el amor" en una isla
paradisíaca, gente zumbando con una triste sábana que tapa las vergüenzas pero
no los aullidos, parejas destrozándose en directo por dinero en los programas
del corazón e incluso en el telediario decapitaciones y asesinatos, pero ¡unas
bragas negras! Intolerable, hombre eso sí que no.
En respuesta a todas las críticas y comentarios
suscitados tras su aparición, la susodicha ha salido hoy: 05/01/15 en su
programa y curiosamente con el mismo atuendo que lo hizo en el momento de las
campanadas madrileñas, su frase ha sido la siguiente: No quiero que acusen a
la cadena ni a los estilistas, aquí la única que ha tomado la decisión de
ponerse este vestido he sido yo.
Esto demuestra que ella no tiene ningún problema,
intento ponerme en su lugar, la verdad es que hasta este momento no me interesaba
mucho su persona, ni ahora tampoco, pero el marketing me puede y por eso he
decidido plantearme cómo actuaría yo, si en mis redes sociales me dejaran,
personas anónimas, mensajes que soy incapaz de reproducir aquí, pero tocan el
machismo y rozan la enfermedad mental, críticas sobre su cuerpo, su trabajo, su
profesión, sobre todo lo que le rodea. Y lo peor, la culpa es de ella que sale
en bragas en la tele, a esto es a lo que se expone: al escarnio público.
No es que el vestido rozara la elegancia, ni
mucho menos, pero todos sabemos, tan cierto como que los reyes magos son los
padres, que las cadenas de televisión hacen lo que sea para subir la
audiencia. Y qué quiere la gente: tetas, culos y rock and roll. Es tan viejo y
tan usado que no me explico cómo es posible que siga funcionando tan bien. Somos
seres primitivos con Smartphones, una mezcla absolutamente peligrosa.
Sin embargo, es de total admiración encontrar
mujeres en la profesión, ya no sólo de televisión, cine, etc. Me refiero a
trabajos en los que la mujer queda expuesta, donde se demuestra que además de
un buen físico encontramos a profesionales muy inteligentes y muy capaces. No
es que las feas sean más inteligentes que las guapas, es que las guapas
normalmente son más interesantes cuando se hacen las tontas. (No sé porqué, lo
que si sé, es que la idiotez no entiende de belleza)
Y luego está Lena Dunham, una mujer que lo peta
con su serie Girls, un Juan Palomo en toda regla, ella sale en su propia serie
como protagonista y muestra una mujer al natural, sin artificios, una especie
de campaña "Dove". Precisamente ella defiende o eleva a las mujeres
que no son, ni hacen, lo que ha hecho Cristina, porque no son ese tipo de chica
"objeto". Bueno, he de decir que he leído las primeras 13 páginas de
uno de sus capítulos en los que expresa que quiere perder la virginidad, pero
en perderla se da cuenta de que nunca podrá volver a mirar a sus padres con esa
inocencia y que además su primera vez fue horrible y ni siquiera estaba
enamorada, sino que casi se vio en la obligación de perderla y total para qué.
Un auténtico come cocos, qué queréis que os diga,
Lena Dunham a mi no me engañas, tu siempre has querido ser "ese tipo de
chica" pero como no has podido serlo te has inventado tu plan
B, que está muy bien, en esta vida hay que posicionarse y tu lo has hecho y
además tienes a tu equipo de seguidoras que te valoran y te alaban, así que me
alegro por ti.
En definitiva, muy aburridos tenemos que estar
para haberle dado tanta cuerda a este tema, mucho más divertido y fuerte si
cabe, fue la interrupción de las uvas en Canal Sur, pobre gente, qué “caricas”
se les quedaron, eso ya no tiene vuelta atrás, todo un año de mala suerte y
todo por la pela, como siempre, la pela tiene la culpa de todo, os lo digo yo.
Yo me sentí identificada con la mirada de Hannah Horvath en Girs (Lena), siendo una mujer heterodoxa e independiente; rompiendo con la manera de actuar de todas las mujeres-que-dicen-actuar-por-autodeterminación, como Cristina Pedroche.
ResponderEliminarNo puedo estar más en desacuerdo con tu opinión y más aún con tu tono al expresarla.
Hola Teresa, muchas gracias por tu comentario. Lamento que en este punto estemos en desacuerdo, pero de eso se trata, si todos pensásemos igual seria tremendamente aburrido. Te animo a que sigas opinando y comentando.
EliminarUn saludo.