martes, 14 de junio de 2011

Flashdance

Flashdance fue una de las películas más taquilleras de la década de los 80. Un hito en la historia del cine musical. Sus míticas escenas se han vuelto a ver en remakes de películas, en videoclips, en cómics, en dibujos animados.

El porqué del triunfo de esta película es un tópico. La joven chica con talento que sueña con ser bailarina profesional y entrar a formar parte de una prestigiosa escuela de danza. Pero mientras la oportunidad llega, la chica tiene que trabajar por las noches en un cabaret, bailando y dejándose la piel para cuatro hombres bebidos y desencantados con la vida.




De día es soldadora, el resto del tiempo se entrena bailando y sigue soñando.


Pero un día todo cambia, un día alguien la ve en el cabaret y consigue una audición para entrar dentro de la escuela de danza. Ella, valiente como ella sola, se enfrenta a un grupo de pusilánimes que la miran, pensando que les está haciendo perder el tiempo. Tras ella deja a un grupo de bailarinas de ballet clásico que la miran como si se hubiera equivocado de sitio.


En cuanto comienza a sonar "What a feeling" ella empieza a bailar, pero falla y se cae. Se levanta, vuelve a poner su canción y esta vez, si, ahora el baile se vuelve desenfrenado, loco, lleno de energía, de ganas, de pasión por lo que está haciendo, como si muriese al final de cada movimiento. Frenética y vibrante, contagia a los desganados del jurado que empiezan a moverse con el ritmo de la música. Ella salta, da vueltas, casi se diría que prende fuego al suelo.

Finalmente, sale de allí con la cabeza alta, triunfadora, porque por fin lo ha conseguido. Ella lo sabía, sabía que era buena, que tenia talento, sólo necesitaba una oportunidad para demostrarlo.

Escena de la película de la que hablo:

http://www.youtube.com/watch?v=j_P5OWJImHo

En la vida no siempre te dan oportunidades, la esperanza puede agotarse, la ilusión desplomarse y las ganas de luchar desvanecerse. Pero, si tenemos fe en nosotros mismos y creemos que somos buenos, es más, si estamos convencidos de ello, puede que una y mil veces nos digan que no, sin embargo eso no será suficiente para que dejemos de intentarlo.

Mi despedida para aquellos que siguen conservando las ilusiones a pesar de no triunfar siempre o mejor dicho casi nunca.

Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario