"La ansiedad y el exceso de expectativas
nunca suelen ser buenos compañeros de viaje" así reza un artículo
sobre "single coaching" lo último en el mundo coach: asesorar a
hombres y a mujeres que ya han traspasado la treintena sobre cómo encontrar pareja. Sí, puede ser que Tinder haya proporcionado buenas
noches de placer, diversión y algún que otro encontronazo con alguien que no
era exactamente quien decía ser, pero ya se sabe que internet es una gran ventana
traslúcida.
No es un servicio barato, todos los productos que utilizan anglicismos llevan un suplemento superior
que se refleja en el precio, porque no es lo mismo "asesor del amor"
que "single coaching" nada que ver amigos.
Quién nos iba a decir que Will Smith y su
"Doctor amor en Hitch" iba a aterrizar en la tierna patria, y con
servicio a distancia por skype ¡ojo! otra alternativa que cada día tiene más
adeptos. Por lo visto los españoles hemos descuidado la seducción, estamos inmersos
en otros asuntos como el trabajo, los móviles, las redes sociales, vamos que no
nos damos cuenta de que estamos cruzando la calle con el semáforo en rojo como para darnos cuenta de que puede haber
"alguien" que merece la pena por ahí, lanzando "miraditas". Ahora le das un like a cada cosa que publica el afortunado/a en face o le
"followeas".
Aunque si hay algo que el coach afirma y que es totalmente cierto: "ligar es fácil, lo difícil es trabajar las
relaciones". Hay una magia especial en aquellas parejas que llevan 20 años
juntos o más y ahí siguen, no se sabe muy bien cómo ni por qué, quizás porque
siempre hay mil motivos para echar volar pero sólo uno que te mantiene atado al
suelo.
Según el coach, las mujeres modernas de hoy en día seguimos apreciando el romanticismo, que nos abran la puerta que nos regalen rosas. Hollywood y su fábrica maquiavélica ha hecho mucho daño, de ahí las altas expectativas, aunque es cierto que no es material, pero ahí está, nunca olvidarás esa llamada en el momento en que lo necesitabas, esa canción que cada vez que la escuchas se dibuja su cara, ni esa rosa que te dio la bienvenida cuando todo se desmoronaba, o ese afecto espontáneo sin porqués, ni motivo aparente, esa mirada que hace que se te rían los huesos, los nervios de no saber qué decir ni que hacer y el final de un beso después de una primera cita desastrosa, las bienvenidas y también las despedidas, saber que está ahí siempre, porque te quiere y ya está.
Por si acaso, siempre viene bien tener a mano una
ayudita, además de un importante bolsillo:
expertoencoaching.com
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