En la época del postureo poco importa si sabes o
no, ni tan siquiera si alguna vez serás capaz de serlo, sólo hay una cosa que
no debes olvidar nunca, lo seas o no como no lo parezcas lo llevas claro.
Para empezar debes tener una buena planta, por
qué quién puede dar un mínimo de credibilidad con el pelo estropajoso, acné y
unas pintas de mercadillo desfasado que no "atemporal" que eso es
otro tema. Pues nadie ¡muy bien dicho! Así que ya estás apuntándote a un
gimnasio o si eres pobre a practicar running, fácil, barato y ¡para toda la
familia! ¿Tu piel es de un color blanco mortecino? ¿Se ha acabado el verano?
¿Vives en la tierra de Mordor? bono solárium al canto, un poco de comida sana,
una pequeña inversión en prendas molonas de Pull&Be y ya tienes medio
camino hecho.
Lo siguiente que debes hacer, una vez has
conseguido una imagen "cool" es conectar con un tonto a las tres, si
porque los que se dedican al postureo lo bueno que tienen es que su
inteligencia les da para un poco más que para sobrevivir y saben identificar a
alguien de estas características.
Entramos en el paso tres o "vender la
moto", esto no siempre es fácil, depende de tu capacidad dialéctica y
seguridad en ti mismo, lo positivo es que a estas alturas posiblemente te creas
"la última coca cola del desierto" tu estima está por las nubes y
claro, así resultas mucho más convincente, además una vez has convencido a uno,
el resto vendrán seguidos.
Las redes sociales deben de ser un foco de
comunicación diario, no puedes dejar pasar ni un solo momento de tu vida sin
relatarlo a tu comunidad, es imprescindible agregar a personas que no conoces pero que pueden servirte de puente. También es un buen momento para
hacerte selfies con personas conocidas o famosas que tampoco las conoces de nada
pero que tú te plantas delante y escribes cosas como "Aquí con mi amigo
Will Smith" da igual cuál sea la realidad, tienes un documento gráfico,
qué importa todo lo demás y sino mirad al pequeño Nicolás, si no existen los
documentos gráficos te los inventas y ¡Listo!
Apúntate a todas las fiestas y eventos varios, al
final resultarás tan conocido que pensarán que eres muy importante o que
siempre has estado allí, intercambia contactos y no olvides colgarlo en
tus redes sociales. "Cómo me gusta mi trabajo" (copa en mano y
arrimando). Cada comentario o tweet está muy bien pensado, nada es por casualidad,
al final el postureo se muestra tan natural que acaba cobrando una importancia
sublime en tu carrera profesional.
Quizás te estés planteando posturear para
conseguir que te valoren un poco mejor, pero recuerda, antes de lanzarte
entrena, no vayas a quedar como un puro aficionado, el postureo como todo hay
que hacerlo bien y prepararte respuestas para todo, fingir que estás muy
ocupado cuando no haces ni el huevo, animar a tus compañeros como si fueras el
Santo Grial y todo el mundo te necesitase para funcionar, colgarte medallas
propias y ajenas y muy importante "pelotear" pero sin dejar de
"posturear"
Si tienes la suerte de que además de parecer lo
eres, el mundo será tuyo.
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