domingo, 11 de mayo de 2014

Somos amigos ¿Me recuerdas?

Bueno la verdad que entre el anuncio de los condones preservativos de Desigual #lavidaeschula y el ya trending topic de ayer #oitpoints, se me quedaba demasiado repetitivo y extenso el blog, así que he decidido comentar algo mucho más interesante. Un experimento sociológico que ha llegado a interesar al Huffington Post.

Mikel McLaughlin, es un chico con mucho tiempo libre y al parecer una vida social pobre o que no le acababa de resultar suficiente, el caso que un día hablando con sus amigos/conocidos vía skype, éstos le comentan que van a empezar a hacer una limpieza de primavera "Spring Cleaning" que tu piensas: irán a sacar la ropa de invierno y empezarán a introducir la de primavera que ya tocaba, de paso tirar a la basura o entregar a la iglesia (mejor la segunda opción) todo aquello que te compraste en un ataque rebajil y que resulta que era horrendo antes y ahora. Pero no, una spring cleaning no es otra cosa que eliminar a toda esa gente de Facebook con la que hace doscientos mil años que no hablas y nadie sabe porqué siguen ahí contándote su vida en el muro, cuando a ti te importa una auténtica y genuina....... en fin.

La cuestión es que Mikel, chico original donde los haya, decide dar un brinco hacia atrás y hacer algo que nadie imaginaba ¡Volver a ver en la vida real a sus 377 amigos de Facebook para ver qué tal les va! 

"McLaughlin dijo en Yahoo que ya está cerca de visitar a un tercio de su lista de amigos. Calcula que cerca de un 25% de sus amigos eran amigos en la vida real antes de su viaje"

Obviamente que me encantaría volver a ver a gente con la que actualmente ya no tengo contacto, pero que sin embargo, hubo un tiempo de instituto, universidad, Erasmus, primeros trabajos en los que éramos inseparables, rara vez podía imaginar que un día ya no seríamos amigos, pero me queda el consuelo de ver sus vidas a través de una red social que nos gobierna y vigila, a su vez que nosotros la alimentamos con contenido ocioso.

La cruda realidad es que es imposible mantener un número de amistades tan elevado, debido a que la mayor parte de nuestro tiempo está destinado a responsabilidades varias: trabajo, buscar trabajo, quejarse del trabajo, quejarse de la crisis, insultar al gobierno vía twitter, cotillear en la red todo lo que puedes, planificar una huida a un país donde te den trabajo, ese tipo de cosas.

Siendo considerados como somos, seres sociales por naturaleza, la verdad es que no lo somos tanto, no voy a repetir eso de que quedamos con alguien y nos dedicamos a mirar el móvil, actualizar nuestro Facebook, Instagram, ¿Para qué? ¿Dónde están las relaciones de verdad? Las de tocar el timbre/telefonillo y bajarse al banco a merendarse una bolsa de pipas, ya no tenemos conversaciones interesantes, sólo podemos ser sinceros de verdad con un par de gotas de agua con misterio, recuerdo perfectamente desear que el reloj se detuviese para que aquella conversación no terminase nunca, cuerpo a cuerpo, cara a cara, sin emoticonos. ¿No os dais cuenta de que alguno de vuestros amigos está solo/a? Sí, lo sabréis cuando esa persona escribe mensajes al aire en su estado de Facebook, que no parecen ir dirigidos a nadie pero que en realidad son un grito de socorro, un deseo de no estar solo, de que alguien llame al timbre.


Amigos, amigas, sé que nuestras agendas son complicadas, pero no tiene sentido tener a alguien en el Facebook, sólo por presumir, propongo que hagamos quedadas, aunque sea una al año, yo siempre guardo la esperanza de volver a ver a varios de estos amigos, por eso seguís en mi Face, aunque no os vea, sé que estáis ahí.





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