domingo, 6 de abril de 2014

El amor platónico. Teenagers vol.I

Posiblemente sea el amor más perfecto que existe. Lógico, sólo existe en tu imaginación. 



Sé lo que pensaréis que aquello que sea real, siempre será mucho mejor que algo que simplemente no existe.
Bueno, puede ser, pero quisiera invitaros a realizar un viaje al pasado...
Estáis en un día de instituto, la jornada viene siendo bastante normal,  resumiendo: un rollazo. Miras a los compañeros que tienen la gran suerte de sentarse al lado de la ventana y piensas: ¡Ojala yo pudiera pasarme la hora de matemáticas mirando al infinito! en lugar de simular que haces ejercicios cuando en realidad, dibujas estupideces en el borde del libro. De pronto es la hora, suena la campana, recoges rápidamente y te vas. Cuando llegas al pasillo, empiezas a aminorar el paso. Sabes que en cualquier momento la/lo vas a ver aparecer, en eso ¡Ahí está! tu finges indiferencia. El/ella pasa de largo y tu fijas en tu mente su imagen, no quieres olvidarla, no quieres dejarla escapar y dibujándose una sonrisa en tu cara piensas, que la vida es, simplemente perfecta.

¡Y ya está! ni bombones, ni promesas, ni te quieros, ni conformidades ¡Eso es todo! el sentimiento de felicidad podía durar horas, incluso hasta el día siguiente, no había otro pensamiento posible en tu cabeza, y el simple hecho de recordar su imagen, movimientos, sonrisa, voz, era suficiente para ser feliz ¡Estabas enamorado/a platónicamente de alguien que probablemente no sabe ni que existes! Es idiota y a la vez irresistible.

Los días iban pasando y para que el sentimiento no desapareciera, intentabas que hubiera algún tipo de acercamiento, entonces echando mano del amigo/a "espabilao" por decirlo finamente, ibas de acompañante,mientras el susodicho tomaba la iniciativa y siempre solía hacer algún comentario "súper guay" ahora diriamos "súper" o "súper cool" o alguna palabra nueva inventada con aires "british" total que, sin saber muy bien en qué momento, tu amigo/a acaba conquistando a tu amor platónico delante de tu atónita mirada.

En ese momento, el odio recorría todas las venas de tu cuerpo, pero lo bueno de los amores platónicos es que no tienes que "romper" ni "enfadarte" ni dar explicaciones, durante unos días el dolor te reconcome pero al final acabas por "enamorarte platónicamente" de otro/a. Aunque, honestamente siempre hay algo que se queda dentro, como un mural lleno de fotos de recuerdos de instituto, allí, en una esquina, están los recuerdos de tus amores platónicos. Como las colecciones de chapas o de cromos, nostalgia al fin y al cabo de lo que pudiera haber sido y nunca fue.

Una realidad paralela, propia de una invención de tu mente adolescente hormonada.

Real o no, amor al fin y al cabo.


El cine sabe lo importante que es el amor y por ello ha creado frases míticas que a muchos se nos han quedado grabadas a fuego.

"He cruzado óceanos de tiempo para encontrarte".

"Aunque ya nada pueda devolvernos la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, porque la belleza subsiste en el recuerdo”.

"Atravesé el tiempo por tí Sarah... te quiero desde siempre..."

“Dime qué quieres que sea y lo seré por ti.”

"Bésame, como si fuera la última vez"



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