Siempre que pienso en mi infancia, me veo con un aire despreocupado, incitando a mi hermana a tirar por la ventana legumbres varias de un plato de invierno, por aquel entonces no eran santo de mi devoción.
Interesada solo en pasarlo bien, en verano tenía por objetivo acabar con los ojos rojos como langostino de tanto cloro y el pelo verde, eso si, nada de cortarme el pelo ¡Melenón siempre! esto se mantiene con los años, sin embargo uno de esos verano de piscineo incesante mi querida madre me llevó a cortarme el pelo a la peluquería, sobra decir que fue horrible, mi cara de bollo quedaba totalmente acentuada gracias al peinado fraile que me hicieron. Por no hablar de los "capones" que mis mejores amigos me propinaron con aquello de "Quien se pela se estrena" ¡y pum! De pequeños daba igual el motivo lo importante era zurrar al de al lado con cualquier excusa. Lástima que esta divertida costumbre se haya extinguido.
La cuestión es que la peluquería no era un lugar divertido, los tejados de fábricas abandonadas si lo eran, explorar con la bici descampados, tirarse de bomba, jugar al escondite, al pollito inglés, al churro vasco o a "matar" sí a matar, era lo más genial del mundo, pero cortarse el pelo no molaba nada, cero.
Sin embargo todo cambia, las niñas de ahora quieren estar a la última y para ello, lo más innovador es ¡celebrar tu fiesta de cumpleaños en una peluquería! Wow!
Apunta, se llaman Pelufiestas y puedes elegir entre varios packs:
Fiesta estrellas: luce un semirecogido con tirabuzones y diadema, con maquillaje suave en tonos pastel, colorete y brillo de labios.
Fiesta Princesa (no podía faltar esta) Peinado de cuento de hadas con corona y tirabuzones, maquillaje de princesa en tonos pastel (no sé cuál es el maquillaje de princesa pero debe ser similar al de estrellas.
Fiesta a la moda (mi preferido) Peinados de pasarela con coletas, moños y laca de colores, maquillaje con purpurina, tatuaje al agua y color extra large.
No sé, creo que se nos está yendo un poco de las manos, sinceramente, jugar a ser mayores puede pasar factura, el mensaje que sin querer se traslada, es el de la belleza como fin, un cliché al que desde hace unos años se han sumado los hombres, pero sin duda las mujeres seguimos siendo las grandes esclavizadas.
Dietas milagro para alcanzar las tallas que dicta el mercado, cirugía estética para no asimilar la vejez, tacones de infarto que a la larga pueden producir malformaciones en los pies, problemas de espalda, además de callosidades y lo peor de todo, soportar la frase mítica de tu pareja ¿Pero porqué te pones tacones si te hacen daño? Porque mi madre de pequeña me llevaba a pelufiestas y me he quedado así.
Nosotras, probablemente ya estemos intoxicadas, pero evitemos que las que vienen detrás también lo estén y lo más importante, hacerse mayor está subestimado, crecer demasiado deprisa es un tremendo error, la niñez debería ser extra large.
A propósito de este tema, mi querida Beyoncé, ha sacado un tema: Pretty Hurts, seguramente habla a conciencia porque debe haber sufrido en sus propias carnes la exigencia de ser perfecta, la verdad es que ella está bastante cerca de serlo, no obstante siempre tiene que haber algo más, que trascienda, la belleza es efímera pero el alma no, incluso cuando la persona ya no está, el alma permanece.
¿Y tú? ¿Cuál es tu aspiración en la vida?