Eso escribían nuestros amigos y compañeros en el álbum
o la agenda del colegio e incluso en muchas felicitaciones de cumpleaños
"No cambies nunca", tus padres también te lo decían pero modificado”
no crezcas nunca" "quédate
así, como eres ahora" si pudiera detener el tiempo lo haría, pero no puedo
y desde luego no lo pararía ahora, ahora no. Lo hubiese parado hace unos años
pero ahora no, al contrario quiero que pase rápido. Claro que nunca nada es tan
fácil, seguro que si lo hubiera parado en su momento me estaría arrepintiendo y
si pasase muy deprisa también pensaría que debería ir más despacio.
¿Te has quedado alguna vez parado en medio de la
calle? sin pensar, sólo observando, has visto a la gente pasar y te has
imaginado cómo será cada una de sus vidas, si serán felices, si tendrán suerte
o no, si estarán enamorados o no. Yo sí. El por qué, carece de importancia. Es
como los actores que cuando les preguntan sobre su profesión dicen que lo que
más les gusta es interpretar la vida de otras personas. Personas que no
conocen, personas que nunca llegarían a ser si no fuera por su trabajo.
Quizás ahí reside el por qué. Una sola vida
vivida por una sola persona a veces puede resultar aburrida. Sin embargo si supiésemos
que después de esta vida hubiera otra en la que fuéramos totalmente diferentes
a como somos ahora, quizás y sólo quizás la cosa se pondría un poco más
interesante. Aunque también puede ser que las expectativas fuesen tan altas que
después nos deprimiríamos. Eso también pasa ahora. Las perspectivas eran tan
altas, el listón estaba por las nubes y cuando hemos pasado por la pasarela de
luces y sombras y el humo nos ha dejado ver, lo que hemos visto nos ha
decepcionado. Es igual que cuando ves el making-off de una película. Piensas,
en serio estaban en una piscina en vez de en mitad del mar con una pared verde
para luego colocar una ola gigante hecha por ordenador. O peor, cuando lees el
libro y después ves la película ¡qué decepción! en mi cabeza todo era mucho más
interesante.
Pues eso es la vida, simple y llana, luego viene
cuando nosotros le ponemos la música, los efectos especiales, el drama, la
acción, la risa, los sueños, las ilusiones, la letra de canciones, las películas, los
relatos cortos y largos, el amor, la esperanza. Entonces así, adornada, es cuando merece la pena
vivirla. Ahora si permitís un consejo, más vale que le pongáis una banda sonora
adecuada por que si no, los efectos que se produzcan pueden ser letales para el
alma.