domingo, 30 de octubre de 2011

La mentira

Se dice que "la mentira tiene las patas muy cortas" que "se coge antes a un mentiroso que a un cojo" que una verdad a medias es una cobarde forma de mentir, que hay mentiras piadosas, mentiras que tratan de protegerte y "mentirijillas" que no hacen daño a nadie.

Lo únicamente cierto en todo lo escrito arriba es que una mentira no es verdad. Por tanto todo aquello que no sea verdad es una mentira y al que dice mentiras se le llama mentiroso. Hasta aquí todo claro.

El problema que existe es que cada vez que abro los ojos, leo, observo, comento, en definitiva vivo, me encuentro con una mentira. Sí, es cierto no todas las mentiras son iguales, no es lo mismo decirle a tu madre que no puedes ir a visitarla porque estás enfermo (cuando en realidad estás de puente) que mentir ante un jurado en un juicio de asesinato en el que tú estás directamente implicado. Las dos son mentiras, pero los efectos colaterales que pueden producirse en uno u otro caso no afectan de igual manera ni a los sujetos iniciadores de la mentira, ni a los que se desenvuelven dentro de su contexto.

Y aquí es cuando surge mi duda ¿porqué llamamos mentira a todo lo que sea no decir la verdad? hay mentiras y mentiras, sin embargo dónde está el límite, cuándo empezamos a pasar de una "mentirijilla de nada" a ser un mentiroso de categoría. ¿Quién dictamina el grado de valor de cada mentira? y lo que es más inquietante ¿por qué mentimos?

En el caso del supuesto asesino es evidente. Por temor a las represalias. Pero en otros casos como por ejemplo en un currículum o cuando ponemos excusas inimaginables para no acudir a una cita que no nos apetece nada en absoluto, no sería más fácil decir simplemente la verdad. ¿Qué ocurre? tenemos que quedar bien siempre ¿aunque sea diciendo mentiras?

Otro de los motivos, hay gente que piensa que mintiendo protege a alguien. Depende, como todo en esta vida. Si se trata de una infidelidad el daño ya está hecho aunque le mientas a tu pareja y le digas que no conoces de nada a esa tal "Sonia" que esos mensajes no sabes de dónde vienen, que no la has visto en tu vida, que se ha confundido, que el moratón del cuello es de una "leche" que te diste subiendo por la escalera.

Por miedo, el miedo es la principal causa de todos nuestros males. El miedo te paraliza, te coarta, te atrapa, te maneja y hasta consigue tener el control sobre ti mismo. ¿Por qué no me dijiste que habías rayado el coche? este...no, ¡ yo no he sido! pues sí tú no has sido y yo tampoco, ¿quién ha sido? No sé, a lo mejor has sido tú sin darte cuenta.



Luego están las "mentirijillas" aquí hay de muchos tipos, el ratoncito Pérez, Santa Claus, el perro "blanquito" que se fue de casa y nunca volvisteis a saber que había ocurrido con él, tu madre dijo que se lo llevó un señor muy amable que quería cuidarlo pero en cuanto te hiciste un poco mayor te diste cuenta que tu madre era una maestra en lo que a mentirijillas se refiere, pero claro, aquello fue mucho mejor que saber que el pobre "blanquito" murió atropellado.

Volviendo un poco al inicio de este post, hay mentiras que ponen en juego la vida de las personas, incluso a un país entero. "Devolveré la felicidad a los españoles". Nos encantaría creerte Sr. presidente del partido A, pero si nos remitimos a la situación actual es complicado que eso se convierta en realidad. Además ¿qué sabe este señor de nuestra felicidad?

Hay mentiras que no se descubren, incluso aún sabiendo que son mentiras es muy difícil averiguar la verdad porque hay muy buenos mentirosos y mentirosas que saben mentir muy bien. Parece que si sabes mentir bien y consigues hacer que la gente te crea puedes conseguir muchas más cosas que si siempre vas con la verdad por delante. Porque claro, si todo el mundo miente, les parecerá extraño que tu no lo hagas porque desconfiarán de ti.

El que no se fía no es de fiar. Esta es la verdad más indiscutible y grande de todas.

Más frases sobre mentiras http://www.frasescelebres.net/frases-de-mentira.html

jueves, 20 de octubre de 2011

El club de los poetas muertos

"Alguien me dijo una vez que uno escribe a cerca de aquello que conoce. Pues bien, yo os contaré una historia que sé. Una historia de un ser que cayó en la más profunda de las miserias, deseó morir antes que vivir pero resurgió como sólo el sol lo hace, lentamente y a grandes pasos. Con una luminosidad que a todos hace entornar los ojos".

Los alumnos de aquella aula de literatura escuchaban a su profesora muy atentamente, hacía tan sólo unos segundos uno de ellos bostezaba, otros dos hablaban, otro miraba el reloj y otro cuchicheaba, importándoles muy poco lo que su profesora decía.

Aitana, había intentado en numerosas ocasiones motivar a sus alumnos para que escribieran historias, que escribieran sobre lo que fuese, pero salvo su preciada alumna Rosario, los demás hacían caso omiso de las pautas que marcaba Aitana.
Un día sin poder ocultarlo por más tiempo habló claro a sus alumnos: ¿qué hacéis aquí? ¿por qué estáis aquí sentados? no me escucháis nada en absoluto, ¡por qué no olvidáis que soy vuestra profesora y vosotros mis alumnos, os levantáis de vuestros asiento y os marcháis! Hay miles de cosas que os estáis perdiendo por estar aquí aguantando un tostón que no os interesa ¿por qué no habláis claro?

En ese momento uno de sus alumnos dijo "porque sabemos que no podemos hacerlo"

Aquella contestación la enfureció y al mismo tiempo la apenó, en efecto, no podían porque no querían y si no se quiere no y repito no se puede.

De modo que sintiéndose apenada y frustrada porque sus alumnos eran una manada de borregos, una masa de 17 años homogénea, fácil de manipular, difícil de pensar diferente. Así que decidió motivarles de un modo distinto. Recordó que a todo el mundo le gustan las buenas historias, la mayoría adora los dramas pero siempre y cuando acabe con un final feliz. Pensó que si les contaba una historia con estas características tal vez ellos quisieran continuarla con nuevas ideas o contar la suya propia. Con el fin de que escribieran. Para empezar le estaban prestando atención con lo cual, aquella iniciativa prometía buenos y positivos resultados.

Todos hemos tenido un profesor "especial" que aún pareciéndonos un chiflado nos enseñó más que cualquier otro, porque nos enseñó a mirar de un modo distinto las cosas.

http://www.youtube.com/watch?v=iZExl1ge66w

miércoles, 5 de octubre de 2011

Manual de la perfecta cabrona

Vamos a suponer que si un juez ha sentenciado que "zorra" no es un insulto tampoco cabrona lo es.
Es más, ser una cabrona en esta vida tan "perra" (* fíjese en el vocabulario sexista) es toda una ventaja.

Porque no nos engañemos, no hay que ser una mala persona pero tampoco debemos ir por la vida poniendo siempre la otra mejilla.



En este pequeño libro de bolsillo, Elizabeth Hilts, la autora del mismo, da consejos para conseguir que te sientas segura de ti misma y no te dejes pisotear. De una forma amena y divertida, describe situaciones en las que podemos encontrarnos cualquiera de nosotras todos los días. Sin ir más lejos, yo misma me encontré en una de estas situaciones en las que por la educación inculcada durante toda mi vida, no pude hacer otra cosa que callarme y tragar la mala educación de otra persona que además se supone que trabaja de cara al público y debe ser todo amabilidad. La autora se refiere a esta actitud como "el encanto tóxico". Es decir, permanecer siempre dulce, callada y correcta por fuera pero quemándote por dentro. Algo que por supuesto no puede beneficiarnos en absoluto, sino más bien todo lo contrario.

Saliendo un poco del hilo de este tema ¡hay que ver lo que consiguen los americanos! Esta mujer, aparte de escribir varios libros como éste, se dedica a dar charlas y seminarios para que las mujeres consigan sacar la cabrona que todas llevamos dentro. Me encanta su trabajo, lástima que en España tengamos otra mentalidad, porque desde luego, allí desempeñan siempre los trabajos más variopintos.

Deberíamos empezar a poner en práctica lo que el libro dice:
¿Podrías aceptar más trabajo sin que te aumentemos el sueldo o te ascendamos?
¿Podrías trabajar gratis?
¿Podrías dejarme pasar a mi primero que tengo prisa?
¿Podrías esperar a que atienda a estas personas que son más importantes que tú?
¿Podrías permanecer callada siempre y decir a todo que sí?

¡PUES YO CREO QUE NO!

Dejar de ser unas pringadas y lograr nuestros objetivos dependerá de que dejemos que emerja nuestra cabrona interior y superemos nuestros miedos.




Y para finalizar, una frase del libro que me encanta.


"El lugar de la mujer está en la casa, el senado y el despacho presidencial"


¡Hasta pronto!