miércoles, 27 de junio de 2012

¡Jack el ventrílocuo!

¡Vamos! ¡Sabemos que sabes quién es! ¡Dí un nombre! ¡Dí un nombre! ¡Jack! ¡Jack el ventrílocuo!

Broadway Danny Rose, es una película de Woody Allen, que como en su mayoría muestra las más divertidas y disparatadas escenas. En esta ocasión, Woody o más bien su personaje, es representante artístico de los más terribles y fracasados personajes. Un bailarín de claqué con una sola pierna, un ventrílocuo tartamudo, un loro que toca el piano.

Lo increíblemente divertido de esta y muchas de las películas de Woody Allen es que aunque su historia parezca ridícula, irreal, absurda e histriónica, yo siempre pienso que la vida real siempre supera a las películas de Woody Allen. Es cierto, nuestra vida diaria en la mayoría de ocasiones es ridícula, absurda, surrealista y sin sentido ninguno.

Lo bueno de las películas es que siempre aparece un fundido negro que indica el fin de la historia, pero la vida no, la vida es más larga y el final incierto.

Ayer, vi Midnight in Paris, también es de Woody Allen. Altamente recomendable. Trata de un matrimonio americano que viaja a París por trabajo con su hija y su futuro yerno. Además de lo indescriptible que puede llegar a ser París, la música es clave, el texto es prácticamente poesía y la historia es mágica.



Imagina que estás en París, tu vida parece encaminada hacia un fin, te casas. Eres escritor, quieres llegar a serlo de verdad, pero estas en el camino difícil, duro. Aún así es tu sueño y lo pretendes perseguir. Cuando parece que todo está escrito, que la vida es como es y que no puedes cambiarla, de madrugada aparece un coche de principios del siglo XX y en él va subido Ernest Hemingway. De pronto estás en los años 20, la edad de oro de la poesía, cultura, y sobre todo del arte en París. La ciudad donde todo aquel que se creía artista acudía sin dudar. Y allí te encuentras con Picasso, Dalí, Belmonte, Buñuel. Una delicia para todos los sentidos. Por la mañana vuelves a tu realidad, al año 2010. Pero cómo seguir tan tranquilamente si has pasado una noche en la corriente del surrealismo. Y vuelves a la noche siguiente, conversas sobre arte, moda, escritura, y de nuevo vuelves a tu vida con la sensación de que ese no es tu sitio. Pero siempre encuentras a alguien que le pasa lo mismo que a ti. Una chica que desearía vivir en la Belle Époque, en la época del Can Can, del espectáculo, con Toulouse Lautrec, los años locos, los del color, la belleza, lo estético. Y a su vez los de la Belle Époque piensan que el Renacimiento fue la era dorada y no la suya.

La moraleja es que siempre parece que cualquier tiempo pasado fue mejor que el actual. Aunque eso hoy en día no es muy difícil de pensar.























martes, 19 de junio de 2012

Que arregles la nevera.

 Este texto no es mío, pero como si lo fuera,no ha salido de mi cabeza al teclado pero ahí está, en mis pensamientos...

El blog del que he sacado el texto es http://nofuiyofueronlasdrogas.blogspot.com.es/2011/09/la-culpa-es-nuestra-por-creernos-las.html

La culpa es nuestra por creernos las películas. Pensar que la realidad siempre supera a la ficción. Creernos que las personas arriesgan. Que cambian. Que tienen sueños y van a por ellos. La realidad es distinta. No vivimos. No volamos. Respiramos automáticamente. Creemos que todo va a ser eterno. Que eso "no me va a pasar a mi" hasta que te pasa. Entonces es cuando empiezas a valorar. Y si dejas de mirar atrás puedes llegar hasta a ser feliz. Y serlo. Que no nos dejamos. Que no nos lo permitimos. Que no sabemos lo que es. Que la felicidad no es un estado. Que es una actitud. Que no vas a poder llegar a ella por tener más y más dinero. Más amigos. Más ropa. Más tiempo. Que nunca se tiene suficiente dinero. Ni suficiente ropa. Que no paramos de pedir. Y si algo nos sale, es que nos lo hemos ganado. Y si no, la culpa es de Dios o del destino o del maldito karma. Que no aprendemos. Que las piedras ya estaban en el camino antes de que pasásemos. Que no quisiste coger el otro camino porque se tardaba mas o porque era más aburrido. Y te permites quejarte. Que no leemos. Que leyendo se aprende. Que los errores pocas veces son originales. Que la literatura está por todas partes. Que cojas una agenda y vacíes tu cabeza. El teclado de un teléfono. El ordenador. Que intentes entenderte. Que investigues. Que descubras. Que vuelvas a fallar. Que no esperes a que alguien te quiera. Que te quieras tú. Que sonrías. Que no todo es tan malo. Que no te arrepientas de nada. Que explotes tu cabeza. Que la utilices. Viaja al pasado con ella. Vuelve a reír a carcajadas. Aunque te vuelva a doler. Pero no te estanques en él. Que cantes mientras cruzas la calle. Que dejes pasar el autobús.   Que sí, que ya lo sabemos. Que la realidad es más dura. Que tiene domingos. Y me da igual que estés solo o que no. A veces dos están más solos que uno. Aunque no se atrevan a verlo. Que los hombres somos animales de costumbres. Que preferimos pájaro en mano que salir a disparar. Que vamos de cuando en cuando al casino pero preferimos no apostar en nuestra vida. Que quien apuesta pierde. Que quien apuesta vive. Que no queremos vivir. Nos basta con existir.
Que suena la alarma de la nevera. Y la paras. Una y otra vez. En vez de desmontarla y comprobar qué pieza falta. Que no puedes vivir tu vida entorno a refranes. A filosofía fácil. A frases célebres. Tan planas que no pueden transmitir nada. Tan abiertas que no albergan misterio. Que pienses tú. Que mezcles letras. Que inventes palabras. Que pintes de colores. Que arregles la nevera. 

Que bajas a por el edredón en invierno. Y al llegar el verano piensas que no volverás a necesitarlo más. Como si ya siempre fuese a hacer calor. Pero que el invierno vuelve, idiota. Que vuelves al trastero. Que si necesitas algo no vas a dejar de necesitarlo por arte de magia. Que la magia está en la vida. Que en las cosas sólo saben hacerlo los magos. Y no son más que trucos. Que no nos vale el gris. Que no. Que se lo regalamos a los mediocres. Que el gris resulta de mezclar el blanco con el negro. Que no. Que no nos da la gana. Que sí o no. Que blanco o negro. Que ahora o nunca. Que no nos vale un "en otras circunstancias". Que no queremos un "nunca digas nunca" Que no busques explicaciones complejas.Que la respuesta siempre es 'not enough'. Aunque la adornes con flores. Aunque la veas claramente en los demás y en tu vida admitas matices.  Que se vive rápido. Que se piensa poco. Que nos conformamos. ¿Tienes miedo? Miedica. El mundo no se ha diseñado para ti. Te mereces ser coprotagonista. Y me estoy pasando. Espectador. Que no somos animales. Que somos personas. Aunque unos lo sean más que otros. Que no te dejes llevar por los instintos siempre. Que te diferencies de tu perro. Aunque sea por un dia.  Que el diente por diente no está de moda. Que no te va a sentar mejor la venganza. Que no dejes que te engañen. Que te rías con tus ideas malignas. Y estúpidas. Que imagines lo que pasaría. Que te rias. Que lo que importa es que sonrías. Que seas feliz porque sonries. Aunque no te sonrían de vuelta.